La complicidad del pasado
se esfumó con el café compartido
en una ciudad
que nos presentó
calles esquivas
al igual que el elixir inconcluso
que se desvaneció
cegado por el destello
de tu urgente paso
a otro libro
y a tu indestructible pacto
con una muerte...
SIN TÍTULO.
©Beatriz
Iriart
Fotografía: Giovanni
Gilli