La libertad es idéntica a una aspiración permanente
de los seres que viven en la ambigüedad y no la aceptan y luchan por los
valores humanos. La libertad es poesía…. Sólo la poesía puede proponer al mismo
tiempo múltiples verdades antagónicas y una visión realmente poética,
pero dialéctica de la vida. Aún así, con esta opinión sobre la libertad, me
pregunto muchas cosas que invaden la poesía y a los y las poetas,
no solamente sobre la libertad, sino que muchas otras interrogantes que me
sofocan y ahogan cuando leo poesía; cuando hablo con los y las poetas o cuando
me posee Morfeo y estoy con un poemario en las manos, a eso de las madrugadas
de este Silicon Valley. Duermo poseída por Morfeo y por la
Poesía.
He analizado tu
poesía largamente durante muchos años y también he escrito un prólogo
para uno de tus poemarios -La
Muerte quiere- aún así, tengo muchas
preguntas que hacerte sobre tu vida personal por un lado, que por supuesto no
será hoy. Y por el otro, sobre tu poesía y la poesía en sí. De esta manera, hoy
nos encontramos frente a frente en un mismo continente tú y yo. Este hermoso Continente
Americano que es el nuestro…Tú en el sur y yo en el norte… El milagro de
estas antípodas es la poesía, y yo afirmaría que igualmente nos une el milagro
de la tecnología a través de las redes sociales, en donde casi todas las
noches nos encontramos entre las nubes, ya sea en tu muro o en el mío y
la mar de las veces en el muro de SELC (Sociedad de Escritores
Latinoamericanos de California) Y en SELC reina la poesía…
¿Qué es la libertad en tu poesía?
Mi querida Sonia, antes de responderte quiero agradecerte por tus
maravillosas palabras, por tu interés en mi poesía y por la presente
entrevista. También deseo darte las gracias públicamente por el prólogo
de mi libro La
Muerte Quiere donde tu prolífera pluma
hace de cada una de tus líneas, un verso único e irremplazable que ha
trascendido fronteras y cuyos frutos aún hoy siguen vigentes al leerlo y que le
han permitido al libro llegar a lugares inesperados para mí. Nuevamente:
Gracias mi querida Sonia.
Ahora en relación a tu pregunta te cuento qué la libertad en mis poemas
significa poder expresarme sin temor a que me maten por escribir algo
“inadecuado” como le sucedió a tantas personas durante la dictadura; es
reencontrarme con la libertad que siempre nos cercenan, la libertad que
nos niegan y negamos sin darnos cuenta. A través de mi poesía intento sin
pretensiones dar un mensaje esperanzador para quienes son privados de ella. Es
un anhelo. Anhelo obstinado de que el vocablo se torne realidad y se expanda e
instale en el universo.
¿Por qué la muerte en tus poemas?
“La muerte es la vida que transitamos cotidianamente”. Mi primer
encuentro con ella fue siendo pequeña cuando murió una vecina a la que quería
mucho. Insistí para que mamá me llevara al velorio y aunque ella se negó mi
“insistencia” (recuerda que soy tauro) pudo más y no tuvo otra salida que
llevarme. Yo quise darle un beso de despedida y la palidez y el frío de ese
cuerpo que antes había sido risueño y cálido, me paralizó. Desde ese día la
muerte se adueñó de mi vida y se presentó con el paso de los años antes y
después de traumáticas enfermedades; en la dictadura con 30.000 desparecidos,
en las cárceles atestadas por “pensar” y “pensar diferente”, en la guerra
civil, en el hambre, el sufrimiento, el frío. Ella... “La
Muerte ”, es la reina y señora de mis sueños
y mis horas compartidas.
¿Cuáles son tus horas poéticas más fértiles a nivel de creación?
Ninguna en particular. Todas son propicias. Me detengo a plasmar la
llegada de una palabra o verso sin importar donde me encuentre. La creación es
agónica, el poema me persigue, no me permite concentrarme si estoy en mis
clases de yoga porque surge y lo memorizo al instante porque allí no tengo
papel para apuntarlo. De noche duermo de a ratos porque si algo aflora, me
levanto y corro a escribir. Si voy en un colectivo o un taxi, anoto en un libro
o una libreta al “impertinente” vocablo que no me da tregua hasta “caer” en
lugar seguro. Conclusión: La agonía es bella, única e irremplazable y me
consume mientras dura.
¿Crees en la inspiración poética para crear o en el trabajo organizado
del día a día?
En la inspiración poética ya que no puedo escribir de otro modo. Aún
conociendo que la tenacidad es preferida por la mayoría. El escritor
uruguayo Juan
Carlos Onetti decía, no es textual, que para él la literatura
era una amante no una esposa. Opino como él.
¿Qué te motiva a escribir un poema?
Toda la gama de colores almacenados desde los comienzos en la paleta
insólita e inesperada que caracteriza como un sello sagrado a la humanidad.
Además de las guerras, las injusticias, el odio, el desamor, las ausencias, el
hambre, la esclavitud, el dolor... siempre el dolor.
¿Sólo poesía en tu obra…u otros géneros también?
Te voy a relatar dos sucesos risueños. Mi primer poema nació a
raíz de que por mi mal comportamiento mamá me llamó “Pepita la pistolera” y así
lo titulé. Luego escribí cuentos durante algunos años. Sucedió algo que
recuerdo con risas con uno de ellos, porque en un concurso escolar gané
el primer premio que consistía... ¡en una botella de Coca Cola y un sandwich! Y
me sentí muy feliz. Años después y curiosamente, en un
concurso de escritores gané mi primer premio literario por un cuento, no
por un poema. Aunque era y soy poeta. La poesía es la que ejerce su mandato y
no puedo rehusarme a sus dictados. A veces le da “permiso” a un cuento corto.
¿Tu poeta predilecto o predilecta?
Admiro los poemas de Julio
Cortázar, sus poemas de amores y desencuentros son admirables porque
los resume mágicamente. A Alejandra
Pizarnik y Sylvia Plath por
sus legados tortuosos, talentosos y desesperanzados. A Alejandra también
porque saliendo de la adolescencia, en plena dictadura militar, leí en una
pared su certero poema: “... la rebelión consiste en mirar una rosa hasta
pulverizarse los ojos...” y había tanto valor en él que ese día caminé con absoluta libertad y perdí el temor
cada vez que lo evocaba.
¿Ha cambiado tu visión poética con los años?
La visión es la misma, porque lamentablemente la división entre el bien
y el mal se despliega a diario en las acciones de la mayoría de los seres
humanos, sembrando panoramas caóticos, desalentadores e irreparables. Querida
Sonia de tanto en tanto me parece que mi poesía termina siendo de
protesta sin serlo, añoro que finalicen las diferencias por el color, credo,
raza...algo utópico por el momento. Pero... “Soñar es lícito” como afirmo a
diario.
¿Te gusta leer poesía?
Sí, siempre. Soy afortunada de hallar verdaderas joyas escritas por vos
en tu blog, en el SELC y en los libros que deambulan por los estantes de las
bibliotecas. También me apasiona leer historia, biografías, entrevistas,
leyendas, mitología, cuentos cortos y de vez en cuando alguna novela valiosa y
bien calibrada como tu magnífica Cena
con un perro rojo que me impactó desde las primeras líneas o
la irremplazable “Rayuela” de Julio
Cortázar.
¿Qué edad tenías cuando te encontraste con tu primer poema leído
y cómo te impactó?
A corta edad. Mamá que era una mujer muy culta y liberal, sin
prejuicios entre la cultura popular y la cultura clásica, además de ser docente
y asistente social, nos introdujo de su mano al extraordinario mundo de la
música, el cine, la ópera, el teatro y la literatura. Era una mujer de ideas
revolucionarias para su época por pregonar por ejemplo, la libertad en todos
sus órdenes e inculcárnoslo. Nunca tuvimos televisor, pero sí tuvimos
infinidad de libros y diccionarios que yo leía los días de lluvia investigando
sus contenidos y el resto de los días, leía subida a la rama más alta de una
vieja higuera y allí también estudiaba. Cuando entré a la escuela
primaria yo ya era una ferviente fagocitadora de cuentos, biografías y
leyendas, sin embargo quedé deslumbrada por un poema de estilo gauchesco.
Recuerdo alguno de sus versos ya que el recitado también formaba parte de la
enseñanza de esos textos obligatorios. “... ¿Sabe que linda la mar? La
viera de mañanita cuando a gatas la puntita del sol comienza a asomar...”
¿Puedes darnos el título del poema y el nombre de su autor o autora?
“El Fausto”. Su
autor: Estanislao
del Campo.
¿Cuál ha sido el último poema que has leído y quién es su autor o
autora? ¿Te impactó este poema?
“Objetos
Perdidos”. Su autor: Julio
Cortázar. Lo leí a la luz de un farol una destemplada noche de invierno y
percibí la panacea adecuada mimetizada con el abrigo que emanaba de los leños
que crujían. Los minutos se detuvieron cuando la saeta de su
contenido caló mi memoria.
¿Cuál es el título de tu próximo poemario?
TE HE SOÑADO TANTO LIBERTAD cuya
temática es la muerte, las ausencias y el Holocausto.
Mamá era amiga de una familia judía, la “tía” Haydee y el “tío” Eduardo,
con la que compartimos destellos y umbrías. Los destellos emanaban del gran
amor y el respeto que nos profesaban a pesar de nuestra forma de vivir
para nada convencional. Las umbrías cuando el antisemitismo de Argentina
los atacó, a los hijos en la escuela, a la “tía” en su
trabajo de empleada pública, al “tío” cuando le destrozaron su pequeño
negocio, lo que los obligó a emigrar de Argentina y radicarse
en Israel. A pesar de todo esto, ellos jamás me hablaron de los
horrores que su familia padeció durante el Holocausto. Nunca los olvidé.
Por eso el título del libro, a modo de homenaje tardío.
¿Tienes mascota o has tenido alguna vez una mascota?
Desde niña las mascotas son un apéndice de mi pasaje en este mundo.
Cuando mis hermanas aún no habían nacido, mis compañeras de juegos y mascotas a
la vez, eran las lombrices a las que “invitaba” a tomar una chocolatada
que hacía con las cáscaras de papas que me daba mamá. Y las mariposas, que
ocupaban el largo pasillo durante horas y eran mis amigas de juegos y lenguaje
misterioso hasta que decidían marcharse. Viví parte de la infancia en el campo
y mis mascotas fueron perros, gatos, tortugas, aves, chanchitos de
la india, conejos y peces. En la actualidad tengo dos mascotas, una perrita,
Gala, y un perrito, Jolie, ambos son el almíbar de mis otoñales días.
¿Le escribiste alguna vez un poema a una mascota o a tu mascota?
Nunca. Pero creo que si en algún momento he delineado poemas para ellas.
Fueron escritos en el espacio onírico, pero no trasladados al papel.
¿Podrías dedicar un verso, sólo un verso a esta entrevista?
“...ahuyentar de las cadavéricas alcantarillas los simulacros
inclementes de la muerte...”
Gracias querida poeta por entregarnos tus visiones poéticas y antes de
cerrar por completo esta entrevista ciberespacial, me despido con unos
versos hebraicos que casi todos conocemos, sé que te gustará esta despedida en
verso…
El Cantar de los cantares
1. ¡Que me bese con los
besos de su boca! Mejores son que el vino tus amores;
2. mejores al olfato tus
perfumes; ungüento derramado es tu nombre, por eso te aman las doncellas.
3. Llévame en pos de ti:
¡Corramos! El Rey me ha introducido en sus mansiones; por ti exultaremos y nos
alegraremos. Evocaremos tus amores más que el vino; ¡con qué razón eres amado!
4. Negra soy, pero
graciosa, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Quedar, como los pabellones
de Salmá.
Silicon Valley
10 de Agosto de
2014-08-10
Sonia M.Martin: escritora chilena-estadounidense, es periodista y profesora. Estudió en Francia y en Venezuela postgrados de teatro, literatura y Periodismo Cultural. Es miembra de AICA Internacional y Capítulo Venezuela, París; ITI (Instituto Internacional de Teatro), París; AEV ( Asociación de Escritores de Venezuela); SECh (Sociedad de Escritores de Chile); SPJ (Sociedad de Periodistas de los Estados Unidos) ; NUW (Escritores de los Estados Unidos). Fue editora de la Editorial en Internet Jaca Negra y del magazín feminista, bilingüe, castellano-inglés, Daniela Web Press, Webzine pionero en este estilo en la Internet.
Ha publicado varios libros. Su novela Cena con un Perro Rojo, ganó en 1996 el Premio Letras de Oro dela Universidad de Miami y del Ministerio de Educación de España. Su libro Londres 38, Londres 2000, basado en ocho casos de detenidos-desaparecidos bajo la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte, escrito con Carolina Moroder, fue bautizado en la Universidad Central de Chile, presentado en la Universidad de Stanford, California y en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) y Santiago (Chile). Ha vivido en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, país en donde reside. Ha sido premiada por varios países como la mejor periodista cultural. Entre otros, Alemania, país que la invitó a Frankfurt del Main para conocer la vida cultural. Se la distinguió con una beca del Instituto Goethe, para estudiar alemán en Mannheim. El Canadá francés, por medio del Gobierno del Québec, le otorgó un premio similar para conocer y relacionarse con los más importantes artistas del Québec.
Ha publicado varios libros. Su novela Cena con un Perro Rojo, ganó en 1996 el Premio Letras de Oro de
Fundó SELC y CII (Sociedad de Escritores Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet) en donde actualmente es parte de la mesa directiva. Es Delegada y Directora de CELCIT Norte de California, “María Teresa Castillo” (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral). Creó y dirigió, el Grupo Literario CELCIT, Casa de San Bernardino, en Caracas, Venezuela. Participó con este grupo y con el taller de literatura que monitoreaba, en el Primer Congreso Nacional de Talleres Literarios de Venezuela.
BEATRIZ IRIART
Nace en otoño (12 de mayo) en La Plata, Argentina.
Miembro de la "Sociedad de Escritores
Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet (SELC y
CII), California, Estados Unidos. Ha recibido premios y menciones de la S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores), S.E.P (Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos
Aires), entre otros reconocimientos.
Publicó los libros:
"Perspectivas" (1977)
"Collage de Cinco" (1981)
“Extraño Linaje” (1984)
"La Muerte Quiere”
(2003)
.
Su obra es publicada en ingles y portugués en
varios países y en diferentes antologías en su país y en el extranjero.
Estudió cerámica y pintura.
Formó parte del movimiento underground en la
década del '70, colaborando con la revista literaria"Machu
Picchu".
Actualmente publica en Estados Unidos,
Canadá, España, Brasil, Venezuela, Uruguay, Argentina, Alemania, entre otros
países, en diferentes idiomas.
La afamada compositora venezolana Diana Arismendi,
compuso en el año 2015 la obra “In memoriam”,
para conmemorar el HOLOCAUSTO, inspirándose el segundo movimiento de la
obra en el poema “Yo estuve en Auschwitz” de la poeta Beatriz Iriart.
El
concierto fue organizado por el Espacio
Anna Frank de Caracas y participó la orquesta Sinfónica de Venezuela dirigida
por el maestro Alfredo Rugeles.